Hace poco ha sido el cumpleaños de
Miren, mi prima, mi compañera, mi confidente, mi desahogo, mis risas....
mi amiga!! Y estos son los regalos que le he hecho con todo mi cariño.
Un cesta de mimbre vestida con bonitas telas y decorada con una cenefa bordada en hardanger para guardar todos los materiales que necesitamos para el hardanger. La cesta es bien grande porque los ovillos de perlé que usamos son también grandes y cuando vas acumulando una buena gama de colores, la verdad es que ocupan mucho espacio, así que creo que en esta cesta le cabrá todo muy bien.
Y más cosas....
Esto ha sido un puro capricho, nada estaba planeado ni previsto, pero como me suele ocurrir, suelo empezar los trabajos sin tener una idea clara del final, sólo empiezo a bordar y mientras lo hago, voy pensando en los posibles finales, eso es lo que me gusta y con lo que disfruto.
Empecé por bordar esta cajíta que sí que tenía muchas ganas de hacerla desde hacía tiempo, ya que la encuentro muy fina y elegante. La tela debía ser especial y aunque mis reservas de lino van disminuyendo, encontré este lino precioso que tenía guardado desde hacía más de un año, reservado para hacer algo especial en punto de cruz, pero como dudo mucho que vuelva a retomar el punto de cruz, lo encontré perfecto para la ocasión.
Es un Cashel Linen Vintage Country Mocha, en 28 ct. y es precioso.
Luego pensé en bordar un acerico con la forma típica y clásica de los acericos de toda la vida, pero como iba quedando tan bonito el bordado, se me ocurríó montarlo en una cajoncíto hecho con cartonaje. Lo forré con la misma tela que he usado para el fondo de la cesta y otra cosa que me ha hecho mucha ilusión es que lo he rellenado con todos los restos de hilos que siempre guardo, así por dentro, también lleva un trocito de mí.
Y por último, este marcapáginas... que estoy enamorada de él, es una preciosidad.
Si os ha gustado la cenefa de la cesta, aquí os dejo el gráfico que he diseñado.