Cuando me pongo a diseñar, a crear una nueva ilusión, lo hago siempre sobre un gráfico con un programa informático, con una cuadrícula y una serie de símbolos.
Esto lo domino bastante bien, tengo la suerte de que cuando veo un gráfico hardanger, me hago una idea clara del bordado, es más, cuando veo revistas de bordado hardanger, suelo ver primero los gráficos porque entiendo mejor el bordado resultante.
Creo que por esta razón se me da bien el diseño, me encanta sentarme delante del ordenador y ver cómo, a raíz de una pequeña idea, poco a poco se va creando algo que sospecho va a quedar bonito.
Después viene la segunda parte del proceso, que es elegir tela y colores de los hilos, aunque esto muchas veces lo voy decidiendo mientras estoy diseñando.
Y por fin llega la hora de bordar, es el momento de descubrir si esa nueva combinación de símbolos resulta tan bonita como yo pensaba. Es el momento más bonito de todos, el de mayor satisfacción, es el momento de sentir mi pequeña felicidad.
El resultado suele ser el esperado, el que yo me imaginaba, aunque también es cierto que en ese buen resultado es muy importante una buena elección de los colores tanto de la tela como de los hilos.
Pero hay ocasiones en que misteriosamente se produce magia y entonces el resultado supera todas mis expectativas. Esta ha sido una de esas curiosas ocasiones...
Me he pasado toda esta semana hablando sola mientras bordaba, pero sólo repetía una y otra vez dos palabras.... qué bonito, qué bonito!!!
El fob está montado en forma de biscornú y ha quedado ideal.
Seguro que os estaréis preguntando... pero, ¿esto qué es?
Levantamos la primera solapa y vemos pequeñas flores bordadas para las anillas que sirven para guardar los hilos.
Un bonito botón de nácar.
Y descubrimos un pequeño costurero de viaje, coqueto... muy coqueto!!!
Esta es la parte de atrás.
Me encanta el fob!!!
Una simple tira de encaje para sujetar las tijeras.
Al ponerle la tela por el revés del bordado, no he querido llegar hasta el filo de la solapa. He preferido dejar a la vista una parte del bordado, que aunque sea el revés, se ve perfecto.
Espero que os guste tanto como a mí.